viernes, 7 de marzo de 2008

Huevos de pascua



1/2 k de chocolate para postres o cobertura
1 pincel de cerda blanda
moldes apropiados

1. Fundir 2/3 del chocolate a baño María a 45 ºC. Mojando en él una espátula, tiene que resultar tibia si se deja unos dos segundos sobre el labio inferior.
2. Incorporar la tercera parte restante al chocolate, fuera del fuego, para que se funda. Para comprobar si ha adquirido la temperatura de templado, mojar la punta de un cuchillo en él y ponerlo 4 minutos en la nevera. Si al sacarlo queda firme al contacto con el dedo, es la temperatura adecuada; si se derrite, no.
3. Cargar el pincel con chocolate y comenzar a pintar el molde desde el centro, con movimientos circulares hasta cubrir toda la superficie. Mirarlos al trasluz a ver si han quedado zonas sin pintar.
4. Ponerlos boca arriba en la nevera durante 5 o 10 minutos.
5. Retirarlos y volverlos a pincelar o echar un poco de chocolate dentro, moviendo el molde para que se expanda, a fin de que quede su interior liso.
6. Colocar los moldes boca abajo sobre un papel de horno y dejarlos en la nevera unos 10 minutos.
7. Retirar los moldes de la nevera y raspar el borde con un cuchillo que no tenga sierra. Llevarlos nuevamente a la nevera durante 25 minutos.
8. Haciendo una leve presión, desmoldarlos (si se pegan es probable que no hayan enfriado lo suficiente).
9. Calentar una placa (apenas) y apoyar una de las mitades del huevo para que se funda un poco el chocolate y se pegue a la otra mitad.
Nota: Algunos reposteros recomiendan poner los moldes, previamente, en el frigorífico; sacarlos, pasarles una servilleta para que no tengan rastros de humedad, y luego pincelarlos o volcar dentro el chocolate.

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